Mamografía

mamografía para diagnosticar cáncer de mamaLa mamografía es un escaneo específico de la mama que utiliza bajas frecuencias de rayos X para detectar el cáncer en fase temprana; antes de los síntomas y cuando es más fácilmente tratable. Cuéntale al doctor cualquier síntoma o problema que notes en el pecho, cirugías anteriores, hormonas que consumas, si tienes historial de cáncer de mama familiar o personal, y si hay posibilidad de que estés embarazada. Si es posible, hazte con las copias de tus mamografías anteriores y llévaselas al radiólogo el día de tu prueba. Deja las joyas en casa y ponte ropa cómoda y ancha. Es posible que te pidan ponerte una bata. No te pongas desodorante, polvos de talco o crema bajo los brazos ni en el pecho, ya que es probable que estos productos aparezcan en la mamografía e interfieran en un diagnóstico acertado.

¿Qué es una Mamografía?

Una mamografía es un escaneo médico específico que usa bajas dosis de rayos X para ver dentro de la mama. Un examen de la mama, llamado, ayuda en el diagnóstico y detección de un cáncer de pecho en la mujer.

Una radiografía es una prueba no invasiva que ayuda a los médicos a diagnosticar y tratar enfermedades. El escaneo con rayos X implica exponer a parte del cuerpo a dosis pequeñas de radiación ionizada para producir fotos del interior del cuerpo. Los rayos X son el escaneo más antiguo y más usado por el colectivo sanitario.

Tres recientes avances en la mamografía incluyen la mamografía digital, la detección mediante ordenador y la tomosíntesis mamaria.

La mamografía digital es un sistema de mamografía en el que los rayos X son reemplazados por rayos electrónicos que convierten los rayos X en fotografías del pecho. Este sistema es similar al que encontramos en las cámaras digitales y su eficiencia está en obtener mejores fotos con menores dosis de radiación. Estas imágenes del pecho son transferidas al ordenador para que el radiólogo las pueda valorar y guardarlas el tiempo que necesite. La experiencia de la paciente durante esta prueba es similar a la de la mamografía convencional.

La detección mediante ordenador busca en las mamografías digitalizadas imágenes de áreas anormales en densidad, masa o calcificación que pudieran indicar la presencia de cáncer. Este sistema resalta estas áreas en las imágenes, alertando al radiólogo para que analice detenidamente estas zonas.

La tomosíntesis mamaria, también llamada mamografía tridimensional y tomosíntesis mamaria digital, es también un escaneo avanzado del pecho donde se toman múltiples fotos del mismo en diferentes ángulos, reconstruyendo después la mama en una imagen en tres dimensiones.

Aunque algunas tomosíntesis de mama necesitan una dosis algo más alta de radiación que una mamografía común, sus niveles siguen estando aprobados la FDA como dosis seguras. Algunos sistemas tienen dosis muy parecidas a la mamografía más convencional.

Estudios a la población han mostrado que los escaneos con tomosíntesis de pecho resultan haber incrementado la detección de cáncer de pecho y ha bajado el efecto de “rellamada” que obligaba a volver a realizar la prueba a pacientes cuyos resultados no eran definitivos.

Los resultados de la tomosíntesis sirven también para

  • Detectar de forma muy temprana pequeños cánceres de mama que puedan pasar por alto con las mamografías convencionales.
  • Ayudan a una mayor precisión en conocer el tamaño la forma y la localización de las células anormales en el pecho, haciendo menos necesarias las biopsias y los tests adicionales.
  • Se pueden detectar con mayor facilidad los tumores de pecho múltiples.
  • Ofrece imágenes más claras de posibles anormalidades a través del denso tejido mamario.

¿Cuáles son los usos más comunes del procedimiento?

Las mamografías se utilizan como una herramienta para detectar de forma precoz el cáncer de mama en mujeres que no tienen síntomas. También pueden ser usadas para detectar y diagnosticar la enfermedad en mujeres que sí tienen síntomas tales como bultos, dolor, hoyuelos en la piel o secreción en el pezón.

Revisión de la mamografía

La mamografía juega un papel central en parte de la detención temprana del cáncer de mama porque muestra los cambios en el pecho hasta dos años antes de que el paciente o el médico puedan sentirlos. Las directrices establecidas por el Departamento de la Salud y Servicios Humanos de EE.UU y el Colegio Americano de Radiología recomienda una mamografía por año a las mujeres a partir de los 40 años. Los estudios han mostrado que las mamografías anuales llevan a la detección temprana del cáncer, es en este estadio cuando las terapias y tratamientos son más eficaces y la posibilidad de conservar el pecho de las pacientes son más altas.

El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) añade que las mujeres que hayan tenido cáncer de pecho, y aquellas cuyo riesgo es mayor debido a la historia médica familiar relacionada con el cáncer de mama y ovarios, deben buscar consejo médico sobre si deberían someterse a un control con mamografías antes de los 40 años, o si necesitaran otro tipo de pruebas. Si estás dentro del grupo de alto riesgo de sufrir cáncer de mama, quizás debas obtener una MRI de pecho como prueba adicional a tu mamografía anual.

Diagnóstico de la mamografía

El diagnóstico aportado por la mamografía se usa para evaluar a un paciente a la que se le ha encontrado algún aspecto anormal, como un bulto o un pezón que segrega, y cuya existencia ha sido encontrado por la propia paciente o por el médico. Este diagnóstico también puede aportar respuestas tras unos resultados anormales en la mamografía; para evaluar el área que nos preocupa.

¿Cómo debería prepararme para la mamografía?

Antes de pedir hora para una mamografía, La Sociedad Americana de Cáncer (ACS) y otras organizaciones especializadas recomiendan que comentes con tu médico cualquier hallazgo o problema en tu pecho. Debes también informar a tu doctor de cualquier cirugía anterior, uso de hormonas o historial personal o familiar relacionado con el cáncer de mama.

No pidas hora para esta prueba una semana antes de tu menstruación si tu pecho suele estar sensible en esta época. El mejor momento para una mamografía es una semana después del periodo. Informa siempre al médico o al técnico de rayos X si pueda haber posibilidades de que estés embarazada.

 

La ACS también recomienda:

  • No te pongas desodorante, talco ni crema en las axilas, bajo los brazo ni sobre el pecho el día de la mamografía. Pueden aparecer en la mamografía como puntos de calcio.
  • Describe al técnico que te realiza la prueba cualquier síntoma o problema que notes en el pecho antes de realizarla.
  • Obtén tus mamografías anteriores y dáselas al radiólogo que te hace la prueba. Es positivo que lo hagas así para que el especialista pueda comparar tu examen actual con los anteriores; las suelen facilitar en CD.
  • Pregunta cuándo estarán disponibles tus resultados; no asumas que los resultados son normales si el doctor no se pone en contacto contigo.

¿Cómo es un equipo de mamografía?

Una unidad de mamografía es una caja rectangular en donde se encuentra un tubo en donde se producen los rayos X. La unidad se utiliza únicamente para los exámenes de mamas, con accesorios especiales que permiten exponer solo el pecho a los rayos X. Adjunto a la unidad hay un elemento que sujeta, comprime y posiciona el pecho para que las imágenes puedan ser obtenidas en distintos ángulos.

Para la tomosíntesis de mama se usa una unidad digital de mamografía, pero no todas las máquinas de mamografías digitales están equipadas para tomar imágenes de tomosíntesis.

¿Cómo funciona el proceso?

Los rayos X son una forma de radiación como las ondas de radio o de luz. Los rayos X pasan a través de los objetos, incluido el cuerpo. Una vez los rayos apuntan a la parte del cuerpo que queremos examinar, la máquina de rayos X produce una pequeña explosión de radiación que pasa a través de los tejidos, grabando imágenes en calidad de fotografía o en un formato especial.

Las partes del cuerpo absorben la radiación de manera distintas. Los huesos densos absorben la mayor parte de ésta, mientras que el tejido blando, como los músculos, la grasa y los órganos, dejan que los rayos pasen a través de ellos. Como resultado de esto, los huesos aparecen blancos en los rayos X, y el tejido blando se muestra como sombras grises. El aire aparece en color negro.

Hasta hace poco, las imágenes resultantes de estas pruebas se veían en una especie de negativos, como el de las fotos, pero en un tamaño de folio A3. Hoy en día, las imágenes se guardan en archivos digitales y almacenan de forma electrónica. Estas imágenes son fácilmente accesibles y se pueden comparar con las pruebas de rayos X de forma más fácil, para poder hacer un mejor diagnóstico.

En una mamografía convencional, la máquina de rayos X toma fotos de lado y de encima del pecho comprimido. En la tomosíntesis de mama, los rayos X son tomados desde diferentes ángulos.

¿Cómo se lleva a cabo el proceso de la mamografía?

Las mamografías suelen realizarse en los ambulatorios y hospitales.

Durante la misma, un radiólogo posicionará tu pecho en la unidad de mamografía. Tu mama será puesta en una plataforma especial y comprimida con una paleta de plástico. El técnico comprimirá tu pecho de forma gradual.

Comprimir el pecho es necesario porque:

  • Incluso el pecho más pequeño podría no dejar ver bien el interior.
  • Lograr expandir el tejido para que cualquier anormalidad se vea y no tenga opción de permanecer escondida.
  • Se puede así utilizar menor radiación.
  • Mantener la mama estática y evitar así imágenes borrosas causadas por el movimiento.

Te pedirán durante la prueba que cambies de posición. La rutina habitual de imágenes que tomarán es de arriba abajo y una imagen de lado. El proceso de repetirá en cada mama. La compresión sigue siendo necesaria en la tomosíntesis para evitar el movimiento de la mama, que generaría imágenes poco claras. Durante la prueba de la tomosíntesis de pecho, se obtienen imágenes bidimendionales y también se obtienen o se crean imágenes de 3D.

Tendrás que quedarte muy quieta, y probablemente te pidan que no respires durante unos segundos, mientras  las fotos de rayos X son tomadas, para reducir la posibilidad de que las imágenes salgan borrosas.

El radiólogo se colocará detrás de un muro o irá a otra habitación para activar la máquina de rayos X.

Cuando la prueba esté completa, probablemente es técnico te pida que esperes hasta que determine si las imágenes tomadas son válidas o hay que tomar más.

La prueba suele durar unos 30 minutos.

¿Qué experimentaré durante todo el proceso?

Sentirás presión sobre la mama, debido a la paleta que se utiliza para esto. Algunas mujeres con gran sensibilidad en el pecho pueden sentirse incómodas. Si este es tu caso, procura pedir tu cita cuando el pecho esté menos sensible. Asegúrate de informar al técnico si el dolor ocurre mientras la presión aumenta. Si el malestar es significativo, se usará menos presión. Recuerda siempre que la compresión de la mama permite obtener unos resultados de más calidad.

¿Quién interpreta los resultados y cuándo los obtendré?

Un radiólogo, y un doctor especialmente cualificado para supervisar e interpretar estas pruebas, analizarán las imágenes y las mandarán a tu médico, que compartirá los resultados contigo.

El propio centro que ha realizado la prueba también te dará los resultados.

Puede que sea necesario hacer exámenes y pruebas complementarias. Tu médico te explicará la razón y por qué es necesario realizarlas. A veces unas pruebas de seguimiento se hacen necesarias porque existe alguna anormalidad que necesite más observación. También puede ser que necesites este tipo de seguimiento para comprobar si hay evolución en alguna anomalía observada. Los seguimientos son muchas veces la mejor manera de ver si un tratamiento funciona, o para comprobar si algún hallazgo sufre cambios significativos.

¿Cuáles son los beneficios frente a los riegos?

Beneficios

  • Las imágenes mejoran la habilidad del especialista para detectar pequeños tumores. Cuando el cáncer es pequeño, es cuando hay las mejores opciones para el tratamiento.
  • El uso de las imágenes de las mamografías incrementan la detección de tejido anormal pequeño que está creciendo en los conductos mamarios y que se llama carcinoma ductal in situ. Este tumor en estado temprano no puede dañar a las pacientes si se extrae y la mamografía es una herramienta excelente para detectar estos tumores. También es útil para detectar todos los tipos de cáncer, incluidos el ductal invasivo.
  • La radiación, tras la prueba, no se queda en el cuerpo.
  • Las radiografías generalmente no tienen efectos secundarios en el rango típico de diagnóstico para este examen.

Riesgos

  • Siempre hay un ligero riesgo de crear cáncer a través de la exposición excesiva a la radiación.
  • Igualmente, los beneficios de un diagnóstico acertado pesan muchísimo más que los posibles riesgos.

Falso positivo

Un porcentaje que va del 5 al 15% no son definitivas y necesitan mamografías adicionales y ultrasonidos. La mayoría de los tests resultan ser normales. Si se encuentran anomalías, una biopsia suele ser el siguiente paso. La mayoría de las biopsias confirman que no hay cáncer. Se estima que una mujer que se somete a una mamografía entre las edades de 40 y 49 años tienen un 30% de posibilidades de tener un falso positivo en algún momento de esta década y entre un 7 y 8% de posibilidades de que le hagan una biopsia en este periodo.

Las mujeres deberían siempre informar al médico o al técnico de rayos X si hay alguna posibilidad de estar embarazada.

Sobre minimizar la exposición a la radiación

Los técnicos radiólogos ponen especial cuidado en utilizar la menor dosis de radiación necesaria sin dejar de obtener las imágenes de mejor calidad. Las organizaciones nacionales e internacionales de radiología revisan de manera continua las técnicas usadas por los profesionales de radiación.

El sistema moderno de rayos X está muy controlado y tiene sistemas que minimizan y focalizan la exposición. De esta manera se aseguran que las partes del cuerpo que no se pretendan estudiar no se expongan a la radiación.

¿Cuáles son la limitaciones de la mamografía?

Inicialmente las imágenes de la mamografía no son normalmente suficiente para determinar la presencia de una enfermedad con seguridad. Si se encuentran anomalías sospechosas, tu radiólogo recomendará pruebas complementarias.

La interpretación de los resultados de las mamografías puede ser difícil porque el pecho de cada mujer (aún estando sano) es distinto. También la apariencia de la imagen de puede ver comprometida si has usado polvos o cremas en el pecho o si te has sometido a cirugía en el pecho con anterioridad. Debido a que algunos cánceres de pecho son difíciles de ver, es posible que el radiólogo quiera comprar la imagen tomada recientemente con otros estudios anteriores. Es muy importante que tengas en cuenta que no todos lo tipos de cánceres pueden verse en las mamografías.

El aumento de la densidad mamaria puede resultar también un problema:

  • Dificulta ver el cáncer en la mamografía
  • Puede suponer un factor de riesgo a la hora de padecer la enfermedad

El radiólogo que leerá tus resultados, valorará la densidad de tu pecho y reportará su valoración al doctor. Los implantes de pecho también pueden suponer un impedimento para una lectura de la mamografía porque los implantes de silicona y los salinos no son transparentes en los rayos X y pueden bloquear la visión clara del tejido tras ellos, especialmente si los implantes se han puesto delante de los músculos del pecho. Los técnicos y radiólogos experimentados saben cómo presionar con cuidado el pecho sin romper el implante.

Cuando una mujer con implantes pide cita para esta prueba, debe preguntar si se usarán técnicas específicas para su caso. Antes de empezar hay que asegurarse de que el técnico sabe tomar mamografías de mamas con implantes.

Siendo la mamografía la mejor herramienta visual para detectar el cáncer de pecho, esta prueba no detecta todos los tipos de cáncer de mama. A esto se le llamo un falso negativo. En el otro extremo está el falso positivo, que es cuando parece ser vista alguna anomalía que no resulta ser cáncer.

Hoy en día se sigue investigando en la línea de tomar imágenes del pecho, que se ha demostrado que contribuye en la detección temprana del cáncer de mama y contribuye a realizar un diagnóstico más acertado, distinguiendo mejor entre la mama sin cáncer y el pecho afectado con esta enfermedad.