Usos típicos de la MRI en el diagnóstico del cáncer de mama
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El uso de las resonancias magnéticas para el cribado del cáncer de mama, aunque ya no es objeto de controversia, sí que es objeto de juicio para los médicos.
No hay duda de que las imágenes resultado de las MRI aportan mucho al diagnóstico del cáncer de mama, pero el coste es alto y en muchas de las ocasiones un hallazgo sospechoso deberá ser evaluado mediante una biopsia.
Igualmente, algunas situaciones de cáncer de mama son tratadas por rutina con la prueba de MRI. Esto incluye:
- Revisar el lugar donde se realizó la tumorectomía o el estado del pecho tras la cirugía para comprobar si el cáncer ha vuelto.
- Ayudar a establecer el plan pre-operativo
- Conocer más sobre una masa que se ha encontrado y que es sospechosa de ser anómala.
- Evaluar la efectividad de la quimioterapia y la radioterapia.
- El cribado de las mujeres más jóvenes y con alto riesgo de sufrir cáncer de mama.
- Detección en mujeres jóvenes y de alto riesgo.
- Se usa tras la cirugía de conservación del pecho
La mayoría de los especialistas te dirán que para el cribado general, las mamografías convencionales y las ecografías son las mejores opciones y más fiables. Sin embargo, las MRI han demostrado superioridad en cuanto a la evaluación del cáncer recurrente en el pecho que se conserva tras la cirugía.
MRI de seno para la detección de cáncer de mama: inspección para la realización de tumorectomía
Tras la tumorectomía, la MRI ha demostrado ser una herramienta muy útil para detectar posibles restos de células cancerosas en pacientes a las que se les ha sometido a esta operación. Con esta prueba es un poco más fácil determinar si los márgenes de pequeñas cantidades de carcinoma son positivos o negativos.
Después de la tumorectomía y el tratamiento con radiación, un tumor de cáncer de mama mejorará, mientras que el tejido cicatricial inactivo no lo hará. Por esta razón, el valor predictivo de «negativo confirmado» en cuanto a la recurrencia de la enfermedad con el MRI es de más del 98%.
La ecografía está más limitada es su capacidad para distinguir entre cicatriz y cáncer de pecho, pero sigue siendo útil para guiar el proceso de la biopsia.
MRI para el cáncer de mama: tras la tumorectomía
Una MRI tras la tumorectomía o una cirugía para la conservación del pecho tiene la ventaja de proveernos de fotos bilaterales del pecho. Normalmente la alteración quística disminuirán bilateralmente en la MRI después de la finalización de la cirugía y la radiación.
Además el edema, el engrosamiento de la piel, el seroma y la mejora en el lugar de la tumorectomía disminuirá progresivamente. Sin embargo, en algunas mujeres estos cambios en realidad nunca se llegan a resolver. El edema aún puede estar presente 6 o más años después de la tumorectomía en aproximadamente el 25% de las mujeres, y el seroma permanece en hasta 4%.
La mejora del lugar de la tumorectomía en general está sobre el 35% de las mujeres en los primeros 23 meses tras la operación, y en un 15% después de los 5 años. Hay también evidencias que mantienen que las mujeres con altos niveles de necrosis grasa en la lesión mostrarán mejora en el lugar de la tumorectomía que otras con bajos niveles.
MRI para el cáncer de mama – Plan preoperatorio
Antes de una tumorectomía o mastectomía se lleve a cabo, los cirujanos crearán cuidadosamente un plan preoperatorio que asegure que la mayor parte del carcinoma se pueda extraer.
El uso de la MRI para crear un plan preoperatorio ha demostrado ser extremadamente positivo para detectar cáncer de mama multicéntrico y multifocal oculto que pueda haber pasado inadvertido a otras pruebas clínicas. Además la MRI tiene la ventaja de permitir al especialista evaluar con mayor precisión la extensión y tamaño del cáncer, antes de la cirugía.
Las imágenes que nos da la prueba de MRI también permite percibir anomalías inesperadas que indican una posible extensión del cáncer al otro pecho.
MRI para el cáncer de mama: Encontrar el cáncer de mama oculto en fase inicial
Algunos cánceres de mama se presentan en estado metastásico en la región de la axila, y aún así no presentan síntomas de cáncer de mama en un examen físico. Este tipo de situaciones son especialmente solucionables mediante la MRI. Si, finalmente, la cirugía se presenta como una opción necesaria, esta prueba también ayuda a conocer cómo de extensa tendrá que ser dicha cirugía.
Un tumor oculto en fase inicial de cáncer de pecho, el cual no es detectable ni mediante mamografía, ni mediante el examen físico, representa el 1% de las cirugías de pecho.
La principal ventaja de la MRI en estas situaciones es la posibilidad de conservar parte del pecho, en lugar de requerir una cirugía completa. Estudios recientes han mostrado que la MRI en el pecho es capaz de detectar un cáncer oculto a la mamografía en el 50% de mujeres con metástasis en la axila, sin tener en cuenta la densidad del pecho.
MRI para el cáncer de mama y las terapias neoadyuvantes
La MRI es frecuentemente utilizada en la evaluación de la efectividad de las terapias de ayuda tales como la radioterapia y la quimioterapia. La respuesta a la quimioterapia en cánceres avanzados localmente suele ser medida a través de pruebas de MRI.
Se está generalmente de acuerdo en que la MRI es más exacta en medir la efectividad de la quimioterapia aplicada para tratar el cáncer de mama; más que la mamografía. De hecho, ésta última no suele añadir nueva información en el seguimiento del tratamiento de quimioterapia.
Algunas veces una técnica llamada MRI volumétrica se utiliza para monitorizar la efectividad de la quimioterapia. En esta situación, un ordenador hermanado a la MRI y determinan juntos los cambios en el volumen del cáncer de pecho, en lugar de confiar únicamente en la imagen visual.
Aplicar MRI después de la quimioterapia normalmente muestra una correlación del 75% con la histología, y se correlaciona con un examen físico solo en un rango del 60%. Incluso con la sensibilidad de la MRI, la extensión del tumor residual se subestima casi el 50% del tiempo y se sobreestimó aproximadamente el 30% de las veces.
Sin embargo, la MRI aún muestra residuos malignos después de las terapias sistémicas para el cáncer de mama mejor que el examen físico únicamente, y es particularmente útil en pacientes con cáncer de mama que no han tenido una respuesta clínica completa al tratamiento.
MRI para el cáncer de mama – Casos de alto riesgo
Hay corrientes de opinión que sugieren que las mujeres consideradas de alto riesgo de desarrollar cáncer de mama deben ser examinadas por resonancia magnética en lugar de la mamografía convencional.
Esta es una idea bastante controvertida que se está evaluando en muchos centros de tratamiento del cáncer en todo el mundo. La MRI tiene una sensibilidad más alta que la mamografía, pero muchos radiólogos aún opinan que una combinación de MRI y mamografía es la mejor opción para la detección del cáncer de mama.
Sin embargo, el coste adicional de usar MRI es muy prohibitivo. A veces, el examen de detección de cáncer de mama mediante MRI se analiza en términos de la cantidad estimada de «años de vida ajustados por calidad» (AVAC) obtenidos mediante la detección con MRI.
Se estima que el costo de cada «año de vida ajustado por calidad» adicional obtenido al agregar la MRI a la mamografía en las pruebas de detección de cáncer de mama es de aproximadamente $ 70,000 USD. Esto saca a relucir la difícil cuestión que tanto los pacientes como los médicos tienen delante, en cuanto al umbral de gasto que se considera una «intervención rentable» (vale la pena), y la cifra aproximada que tiende a estar entre $ 50000- $ 100000.
Por lo general, se considera que el método de cribado «combinado» es más eficaz cuando se trata de detectar cánceres de mama en etapa temprana en mujeres de alto riesgo. A medida que el riesgo disminuye, la adición de MRI en el cribado del cáncer de mama se vuelve menos rentable.
Prueba de MRI para cáncer de mama en mujeres con antecedentes familiares o antecedentes de LCIS
El cribado de cáncer de mama con MRI se asocia al incremento de los resultados de falso positivo. Este resultado es muy común utiizando mamografías, pero lo es mucho más usando MRI.
El radiólogo a menudo tiene que solicitar pruebas adicionales, incluidas biopsias, para evaluar posibles anomalías reveladas por la resonancia magnética.
La resonancia magnética mamaria para mujeres con alto riesgo de desarrollo de cáncer de mama lleva a una recomendación de biopsia en aproximadamente el 17% de los casos, y el cáncer tiende a encontrarse en aproximadamente el 24% de esas biopsias. Más de la mitad de los cánceres de mama detectados por MRI resultan ser carcinoma ductal in situ.
En general, las estadísticas muestran que la probabilidad de detectar cáncer de mama con MRI es alrededor de 8% mayor en las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama y aproximadamente 7% mayor para las mujeres con diagnóstico previo de carcinoma lobular in situ (LCIS), y no ADH.
Vamos con preguntas comunes
- ¿Cómo se aplica la MRI para el cáncer de mama? Al usar imágenes por resonancia magnética, los médicos pueden diagnosticar o monitorear tratamientos para una variedad de afecciones médicas que incluyen anomalías del cerebro y la médula espinal, tumores, quistes y otras anomalías en diversas partes del cuerpo, lesiones o anomalías de las articulaciones, ciertos tipos de problemas de corazón, enfermedades del hígado y otros órganos abdominales, causas de dolor pélvico en las mujeres (por ejemplo, fibrillas, endometriosis) y sospecha de anormalidades uterinas en mujeres que se someten a evaluación de infertilidad.
- ¿Cuándo se utilizan las imágenes por resonancia magnética? Una resonancia magnética se puede utilizar como un método extremadamente preciso de detección de enfermedades en todo el cuerpo y se usa con mayor frecuencia después de que las otras pruebas no brinden información suficiente para confirmar el diagnóstico de un paciente. En la cabeza, el trauma en el cerebro se puede ver como sangrado o hinchazón. Otras anomalías encontradas con frecuencia incluyen aneurismas cerebrales, apoplejía, tumores, así como inflamación de la columna vertebral. Proporciona información valiosa sobre las glándulas y los órganos del abdomen, e información precisa sobre la estructura de las articulaciones, los tejidos blandos y los huesos de todo el cuerpo. A menudo, la cirugía puede dirigirse con más precisión después de conocer los resultados de una exploración de MRI.
- ¿Cuáles son los riesgos y beneficios del uso de MRI? No se conocen efectos secundarios dañinos asociados con la exposición temporal al fuerte campo magnético utilizado por los escáneres de MRI. Sin embargo, hay cuestiones de seguridad importantes que se deben tener en cuenta antes de realizar o someterse a una exploración de MRI, como:
- 1. El imán puede provocar perjuicios o calentamiento en marcapasos, extremidades artificiales y otros dispositivos médicos implantados que contengan metal
- 2. Cualquier objeto metálico suelto puede causar daños o lesiones si se tira hacia el imán.
- 3. Si se utiliza un agente de contraste, existe un ligero riesgo de una reacción alérgica. Los agentes de contraste en el MRI pueden causar problemas en pacientes con enfermedades renales significativas.
- 4. Los tintes de los tatuajes o del delineador tatuado pueden causar irritación en la piel o los ojos.
- 5. Los parches de medicación también pueden causar quemaduras en la piel.
- 6. El cable que conduce al monitor de la prueba debe colocarse con cuidado para evitar causar una quemadura en la piel.
- 7. La exposición prolongada a ondas de radio durante un escaneo podría provocar un ligero calentamiento del cuerpo.